Esta historia confirma lo que siempre digo, de las peores tempestades en cuando surgen las grandes bendiciones.
Cuenta el ilustrador brasileño Rafael Mantesso que cuando su ex-mujer y él se divorciaron, a ella le correspondió llevarse todo el mobiliario, dejando tras ella una casa completamente vacía con grandes paredes blancas. Todo lo que Rafael Mantesso tenía era a Jimmy Choo, su bull terrier. Mantesso empezó a pintar y dibujar de nuevo y fue entonce scuando su amigo y compañero de piso Jimmy Choo le empezó a echar una mano posando para algunas desenfadadas y simpáticas ilustraciones.
Mantesso crea las ilustraciones y luego le pide al bueno de Jimmy que por favor pose para él con un simple "¡quieto!"
PD: Si notas que pongo muchos post con perritos es porque ¡ME ENCANTAN! jaja. Espero tu inspiración este a flor de piel y este post te agrade. SONRIE.
Vía: www.boredpanda.com
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